Tengo una imagen grabada en mi memoria correspondiente en mis épocas de adolescente tímido y cabizbajo. Iba en un autobús sentado del lado de la ventanilla, y en determinado momento miré al cielo y vi un punto negruzco estático. Corrí la visión hacia un lado y el punto me perseguía, siempre a unos centímetros hacia la izquierda de mi punto de visión.
En ese momento me sobresalté bastante, pero al poco tiempo me acostumbré a convivir con él. Sin embargo, con los años algunas otras manchas (éstas transparentes) se han sumado a mi campo visual, fácilmente comparables en forma con mitocondrias de una célula. La inquietud sobre qué rayos es lo que me ocurre ha permanecido fijada en mi cabeza, y mi pereza no me ha llevado al oftalmólogo aún; sin embargo, accidentalmente Wikipedia ha acudido en mi ayuda.
Siento un gran alivio al comprobar que mi problema lleva el pintoresco nombre de midesopsia o, más picarescamente, moscas volantes. Y lo más importante: es normal. ¿Qué son las miodesopsias? Averígualo junto a mí en este post y, si las padeces, quítate las preocupaciones de encima.
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